Cuando una persona fallece, se abre una serie de interrogantes sobre cómo llevar a cabo el protocolo funerario, la donación de los órganos y otra serie de últimas voluntades. Para ello, existe el testamento vital. Es un documento que describe una serie de requerimientos o voluntades que deben tenerse en cuenta, como los tratamientos médicos a los que quieres someterte, si deseas ponerte en manos de tratamientos experimentales, si quieres recibir asistencia religiosa, ser enterrado o incinerado, donar los órganos o donar el cuerpo a la ciencia. Además, en este testamento vital puedes nombrar a una persona para que te represente ante el equipo médico cuando sea necesario. El testamento vital también permite incluir cualquier otra consideración.
Dicho documento debe redactarse en plenas facultades mentales y no deja de ser una declaración de voluntades: es decir, su cumplimiento depende de la voluntad de los seres más allegados al fallecido o de las personas a las que se dirija de forma expresa este testamento vital. Eso sí, su inscripción en el registro de últimas voluntades hace efectivo su posterior cumplimiento.
Un aspecto determinante del testamento vital es su conocimiento. Es decir, debemos hacerlo accesible a las personas que deban cumplir nuestras voluntades cuando fallezcamos y deben conocer que este testamento vital existe. De nada sirve redactarlo y guardarlo de forma secreta, ya que de esa forma el cumplimiento de esas últimas voluntades queda supeditado a que alguien pueda encontrarlo y que, además, decida aplicar dichos requerimientos y no obviarlos.
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El Registro Nacional de Instrucciones Previas.
Para evitar que se pueda incumplir nuestro testamento vital, debemos reunir algunas formalidades legales e inscribirlo en el Registro de Últimas Voluntades. De esta forma este documento será accesible y permitirá que se cumpla cuando llegue el momento.
En España, se creó un Registro Nacional de Instrucciones Previas (RNIP), aunque las comunidades autónomas también cuentan con registros para estos documentos. Con el Registro Nacional se permite que se pueda consultar el testamento vital desde cualquier parte del territorio. Por ejemplo, puede darse el caso de una persona que establece en su testamento vital la donación de órganos y que fallece fuera de su comunidad autónoma, y que gracias a este Registro Nacional se puede acceder desde cualquier punto.
El acceso a esos documentos inscritos es limitado, de forma que se limita a:
- Las personas otorgantes de las instrucciones previas inscritas en él.
- Los representantes legales de las personas otorgantes o los que a tal efecto hubieran sido designados de manera fehaciente por estas.
- Los responsables acreditados de los registros autonómicos.
- Las personas designadas por la autoridad sanitaria de la comunidad autónoma correspondiente o por el Ministerio de Sanidad y Consumo.
Siempre es importante dejar constancia de que el testamento vital existe. Y la única forma es acudir al RNIP y a los registros autonómicos. Así también se permite que quienes tengan que cumplir con su contenido puedan acceder a él.
Familiares y personal sanitario ante el testamento vital.
Muchas de las voluntades que se recogen en el testamento vital tienen que ver con aspectos médicos, como tratamientos o donación de órganos. Para hacer efectiva estos requerimientos, son los familiares de la persona fallecida los que deben entregar una copia del testamento vital al personal sanitario, para que conozca su contenido y para exigir su cumplimiento. El equipo médico debe verificar que este testamento vital está inscrito y que cumple con las formalidades que se le exige al documento para poder cumplir su contenido. En caso de que no esté inscrito, la aplicación de estas últimas voluntades puede no llevarse a cabo.
El personal médico debe atenerse al contenido del testamento y cumplir con la voluntad del paciente. Sin embargo, puede darse el caso de que no esté dispuesto por convicciones médicas, morales o personales a hacer cumplir con el contenido de dicho documento. En ese caso de objeción de conciencia, la dirección del centro sanitario puede sustituir ese profesional por otro que sí esté dispuesto a llevar a cabo las últimas voluntades del paciente.
De la misma forma, son los familiares quienes deben llevar a cabo los últimos deseos de la persona fallecida en cuanto a la organización del entierro, la ceremonia que desea o el destino de los restos del fallecido. También en este caso los familiares deben conocer la existencia del testamento vital, así como contar con una copia del documento. Los familiares no están legitimados para acceder al Registro y consultar el testamento, a no ser que la persona fallecida lo hubiera autorizado de forma legal.
Qué ocurre si se incumple el testamento vital.
Si el personal médico, los familiares o aquellas personas que, en general, tuvieran en su mano el cumplimiento del testamento vital no lo hicieron tal cual establecía dicho documento, se puede reclamar por la vía judicial.
En este sentido, hay que marcar diferencias entre el proceso iniciado por el propio titular del testamento vital o, en caso de que no hubiera fallecido, o el proceso iniciado por familiares, si el titular del testamento ha fallecido. En cualquier caso, el proceso de reclamación es largo y complicado.
Puede darse el caso de que el titular del testamento presente la demanda. Por ejemplo, una persona que quedara tetrapléjica y en cuyo testamento se explicitara determinados tratamientos o decisiones que no se han cumplido. Para iniciar la reclamación e interponer la demanda, requiere una copia del testamento y una justificación objetiva de que se ha incumplido. El juez decide si corresponde indemnización por incumplimiento de testamento.
Si, por el contrario, el titular del testamento ha fallecido, un familiar puede iniciar el procedimiento de reclamación por incumplimiento de las últimas voluntades. Es un proceso costoso que puede acabar en la no aceptación de las pretensiones de indemnización.
Como con cualquier tipo de testamento, en este caso también es conveniente contar con la asesoría de abogados expertos. En Patrium podemos ayudarte a redactar tu testamento vital y guiarte en el proceso de inscripción o en las formas de redactarlo. Si necesitas asesoría legal para tu testamento vital, consúltanos en www.patrium.es. Somos abogados especialistas en herencias y sucesiones en Madrid, Barcelona y Mallorca.